Mantenimiento
El Plan de Conservación y Mantenimiento de los sistemas básicos y específicos de seguridad, tiene por objeto disminuir tanto el tiempo como el número de equipos y sistemas que, en un momento dado, puedan quedar fuera de servicio o dar respuestas defectuosas o erróneas al encontrarse trabajando fuera de los límites establecidos. Igualmente, debe evitar y prevenir el envejecimiento prematuro de los equipos, consiguiendo que la conservación y el mantenimiento de las instalaciones se realice dentro de un coste equilibrado.
Su finalidad es la de conseguir que todos los sistemas y medios que conforman las instalaciones de seguridad, se encuentren en perfectas condiciones de funcionamiento, con el objetivo de corregir los desajustes y de reparar o sustituir todo aquel que se encuentre deteriorado o que se prevea un deterioro próximo en el tiempo.
Según indica la Orden INT/317/2011, de 1 de febrero, sobre medidas de seguridad privada, los sectores y comercios que deben tener contratado un servicio de mantenimiento de su sistema de seguridad con una empresa instaladora autorizada, son:
- Transporte de monedas, billetes, títulos-valores y objetos preciosos. (Grandes Centros Comerciales).
- Armerías
- Entidades bancarias y de crédito
- Joyerías y platerías
- Galerías de arte
- Tiendas de antigüedades
- Estaciones de servicio y unidades de suministro de combustibles y carburante.
- Farmacias
- Administraciones de lotería y despachos de apuestas mutuas
- Casinos de juego.
- Salas de bingo y salones de máquinas de juego
Para conocer con más detalle cómo afecta los cambios de la nueva normativa a cada sector, pincha aquí.
(Enlace a Normativa, para que puedan descargarse los pdf de cada sector)
En este tipo de mantenimiento se realizan funciones de verificación de la Central de la Alarma, teclados, todos los detectores y actuadores del sistema, dispositivos acústicos y ópticos, y la correcta comunicación con la Central Receptora Alarmas (SEGURINTER).
De todas estas pruebas y comprobaciones, se dejan constancia por escrito por el mismo técnico competente que ha realizado la inspección, en un registro final de control del sistema.